Patinetes, bicicletas y motos se están imponiendo poco a poco en las calles de las principales ciudades españolas y europeas. Cada vez es mayor el número de ciudadanos, jóvenes y no tan jóvenes, que optan por ser sostenibles en sus desplazamientos por el entorno urbano y por no disponer de un medio de transporte en propiedad.
Entre ellos se impone la suscripción, el renting, el leasing o el pago por uso allí donde lo permiten las administraciones públicas locales, porque las normativas difieren en función de los ayuntamientos. Sin embargo, y a menudo a contracorriente de los poderes públicos, la movilidad híbrida, complementaria, ágil, accesible y, sobre todo, sostenible ha robado el corazón de muchos.
Nos dirigimos hacia una movilidad urbana «donde el vehículo será ligero y compartido«, afirmó Josep Maria Albert, consejero delegado (CEO) de Youin, marca dedicada a la venta de patinetes eléctricos y de un modelo de bicicleta también eléctrica surgida en el seno de la empresa Engel, de Barcelona. Particularmente está convencido de que en no más de «cinco o seis años, veremos muy reducido el volumen de coches en circulación en la mayoría de ciudades europeas».
La movilidad eléctrica está tomando ventaja en cualquier tipo de vehículo de dos o cuatro ruedas. «Todavía nos encontramos en un momento poco maduro en nuestro subsector, pero está claro que vamos hacia una combinación de diversos modelos de movilidad. Se acabaran fusionando muchas barreras entre ellos, pero lo seguro es que el coche será cada vez más minoritario en las ciudades«, auguró también el CEO de Cooltra, compañía nacida en Barcelona en 2016 que ofrece alquiler o servicio compartido de motos y bicicletas a particulares, empresas y administraciones públicas.
«El cliente desea tener libertad de elección, porque ayer necesitaba una scooter, hoy quiere un convertible y el fin de semana precisará una furgoneta. Y las compañías debemos ofrecer tantas opciones como sea posible, tanto de tipos de vehículos como de servicios. Por eso nosotros ofertamos alquiler por minutos, días y meses«, destacó Buetefisch.
Esta diversidad de opciones que reclama el cliente está provocando una reformulación del modelo de tráfico en las ciudades y un ejemplo, según Siegel, es Barcelona, donde se están implementando muchos carriles para bicicletas «en detrimento de los coches». El CEO de Kleta, startup nacida en Barcelona durante la pandemia que permite disponer al usuario de su propia bicicleta a través de una subscripción, también augura un futuro con menos coches: «Se devolverá la ciudad a las personas«.